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lunes, 29 de octubre de 2018

LA MADERA: UN BIEN QUE SE AGOTA EN LA AMAZONIA


Con la Ley Forestal y de Fauna Silvestre. LEY Nº 27308 el manejo forestal era relativamente costoso y el manejo forestal comunitario era casi imposible para las comunidades, por ello se daba la dependencia de terceros -madereros- para el aprovechamiento forestal.



Con la nueva ley forestal,  Ley N° 29763 el Estado facilitó a las Comunidades Nativas, posesionarios, Caseríos poder acceder a los bosques y aprovecharlo adecuadamente  a través de los DEMAS (Declaración de Manejo Forestal); pero vemos en estos últimos tiempos la creciente salida de madera de las comunidades y debe ser porque es más fácil esta modalidad de extraerla y movilizarla. 

A nuestro modesto análisis, vemos que los DEMAS no están siendo una solución para que las comunidades puedan manejar sus bosques adecuadamente, siguen existiendo los terceros; junto a ello ha aumentado el tráfico de madera, el blanqueo de madera, ya que el DEMA, no necesita de muchos requisitos para obtenerlo, entre ellos, no requiere regente, tiene vigencia hasta de tres años.

Además, con un DEMA se puede mover 650 m3 de madera que equivale a un promedio de 143 000 pies tablares, un aproximado de 15 cargas. 

Consideramos que el problema se da por el escaso o nulo MONITOREO por parte del ARA, quien debería verificar si toda la madera permitida en el DEMA sale del lugar descrito en el documento. 

El DEMA ha sido puesto en la ley forestal como una oportunidad para las comunidades, pero para que se salvaguarde los bosques, los ecosistemas, se debería complementar obligatoriamente con la educación, con el conocimiento suficiente de los miembros de las comunidades en el manejo forestal, implementar los comités de vigilancia comprometidos en el cuidado del territorio y no en las conveniencias y fortalecer la gobernanza local en un marco de transparencia.

Debería ir desapareciendo esa frase que nos sigue crucificando "hecha la ley, hecha la trampa". El tema pasa por ser honrados con este territorio que nos cobija pero se le va agotando sus capacidades que en definitiva afecta a todos.




miércoles, 17 de octubre de 2018

PROMOTORES COMUNITARIOS DE LAS ZONAS AFECTADAS POR LOS DERRAMES DE PETRÓLEO AVANZAN CON SUS PRÁCTICAS DE AGRICULTURA SOSTENIBLE



 22 Promotores Comunitarios de las zonas que han sido afectadas por los derrames de petróleo van desarrollando nuevas prácticas agrícolas en sus parcelas y compartiendo sus conocimientos con los comuneros que libremente han decidido unirse a la propuesta.


 Es interesante los cambios que van viviendo desde sus prácticas. Cada vez más van incorporando nuevos aprendizajes en sus prácticas agrícolas  que les mejoran los resultados de sus parcelas.

El último taller de capacitación de los Promotores Comunitarios se realizó en la Comunidad de Puerto América (río Morona), los días 26 y 27 de setiembre. Participaron los promotores de las zonas del Nucuray,  Marañon, Morona que fueron afectadas por los derrames del petróleo.

Durante dos días, los promotores comunitarios aprendieron a preparar abonos orgánicos, la captura de microorganismos de montaña y su preparación, su importancia en la aplicación para la mejora y conservación del suelo, que es un bien que necesita ser preservado por todos los que desarrollan la agricultura para tener siempre una abundante y sana producción  de sus cultivos.

La propuesta conlleva desarrollar una tecnología propia, al alcance de todos por su bajo costo y los insumos al alcance de la mano, amigable con el medio ambiente y con la familia; producir alimentos más sanos y que poco a poco también puedan mejorar sus ingresos económicos.


La experiencia se toma su tiempo, y lo que se va viendo son promotores que van asumiendo su rol en la comunidad con más alegría y con la convicción de que en sus manos está la posibilidad de muchos cambios que ayudará no solo a su familia, sino a toda la comunidad a mejorar sus condiciones de vida.









MIRANDO NUESTRO TERRITORIO COMUNAL



Mirar “de verdad” es un ejercicio interesante al cual no estamos acostumbrados. Sin embargo, hacer este ejercicio sobre todo con la comunidad, es todo un descubrimiento, es una experiencia extraordinaria porque permite mirarnos a nosotros mismos, a los que están a nuestro alrededor, el espacio que ocupamos, el territorio que nos alberga, el enorme potencial humano y  toda la rica y abundante biodiversidad existente, lo que hemos hecho y no hemos hecho. Y también miramos los actores externos, y las secuelas de los derrames del petroleo que hasta ahora el Estado ni la empresa Petroperú ha logrado resolver.

Con el slogan “Mirando nuestro territorio comunal”, el equipo de la Pastoral de la Tierra ha visitado las comunidades del Morona y junto con los comuneros ha ido desarrollando el diagnóstico territorial comunal. Son 15 comunidades visitadas, entre ellas: San Francisco del rio Marañón, Santa Rosa, Copacabana, Puerto América, Puerto Libre, Luz del Oriente, Nuevo Milagro, Santa Elena, Bancal, Dos Hermanos, Yamakay, Vista Alegre, Nueva Unión, Santa Rosa de Morona y Nuevo San Martin.

Estas visitas y talleres tuvieron lugar entre los meses de agosto y setiembre del año 2018


Este ejercicio de mirar en profundidad a la comunidad, el espacio de territorio que comprende, ha permitido reconocer la enorme riqueza que posee, en bienes naturales y su gente.

Ha sido importante la participación de las autoridades comunales y moradores, sabemos que esto les permitirá tomar mejores decisiones a la hora de planificar sus propuestas de desarrollo en aras de que sea sostenible y del buen vivir que tanto auguran los pueblos indígenas.

Tras los resultados del diagnóstico territorial comunal, que si bien es cierto abarca solo algunas temáticas de la comunidad, se empezará a trabajar el Plan de Desarrollo Territorial Comunal, que se elaborarán en los próximos meses, que también será en el mismo estilo, participativo, concertado y todos los comuneros junto con sus autoridades visionando y planificando el futuro de la comunidad.

Es bueno, sano y necesario alimentar los sueños y esperanzas para tener la energía suficiente para asumir los nuevos retos. Los resultados de los diagnósticos se han convertido en una motivación para plantear salidas pero que lleve el sello “lo hicimos todos".

¡LA GRANDEZA DE UN PUEBLO DEPENDE DE LA GRANDEZA DE SU GENTE!