RETROCESOS EN LA POLÍTICA DE PATRIMONIO NATURAL Y AMBIENTAL
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César Ipenza.- Cuando escucho, veo y leo en los diversos medios situaciones sumamente complejas de la política nacional, con debates que no ayudan a construir el Perú que todos soñamos, y con ataques entre las fuerzas políticas de todo lado, no puedo evitar pensar en que estamos en un país mediocre, en donde prima el interés político sobre el técnico.
Recientemente han sucedido hechos que nos llevan a pensar y replantear lo que pasa con nuestro legado natural y cultural respecto de la “crisis de inversión” y la “necesidad de promoverla” o la “necesidad de facilitarla”.
Ante ello he quedado sorprendido, por no decir más, porque en la “burbuja de Lima” los temas se oyen, se debaten –en algunos casos se intentan soluciones–, luego se olvidan y se pasa de inmediato a otro tema de moda, de mayor escándalo, el que sea más atractivo para la prensa.
Para que nuestro país se aleje de esa mediocridad, lo que no puede pasar de moda son justamente los temas ligados al retroceso en la política nacional, porque es –o debe ser– de interés de todos los peruanos, y porque las malas decisiones repercutirán en todos nosotros. Por ello, si damos prioridad a ciertas inversiones, vale la pena preguntarnos: ¿Qué tipo de inversiones?
Parece ser que en la actualidad los instrumentos ambientales son obstáculos para la inversión. Por ello, se hace lo posible para que no “estanquen” los proyectos. Se reducen plazos, las exigencias y, en suma, se le dan todas las facilidades al inversionista como si un estudio de impacto ambiental tiene que ser sí o sí. ¿Acaso no hemos aprendido que estos instrumentos podrían declarar viable o no a un proyecto?